En este universo, la evidencia nos demuestra que toda acción, desde el plan virtual, pasando por el subatómico, el molecular, el planetario y el galáctico, tiene su reacción correspondiente, incluso el karma espiritual en el plano virtual de potencialidad pura.
· Hay que ser testigos de nuestras decisiones.
· Hay que sopesar consecuencias.
· Consultar a los guías espirituales vía el Taijasa.
La experiencia kármica (toda acción tiene sus consecuencias) permea la evolución de la consciencia humana. Conceptos tradicionales humanos como el destino, la culpa, el pecado original, “el que la hace la paga”, la ley del Talión, no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista, no hay bien que su mal no tenga, ni mal que por bien no venga, ten cuidado con lo que pides, que se te puede dar! Y centenares de dichos, refranes y aforismos relativos a la experiencia de retribución.
Una dimensión fascinante de concepto del karma es su correlación con el principio cuántico de acción a la distancia y del enlace cósmico entre partículas gemelas, es decir, entre partículas que provienen del mismo punto de origen. La cosmología nos demuestra que todas las partículas subatómicas y los primeros cuatro elementos de la tabla de elementos: el Hidrógeno, el Helio, el Litio y el Berilio (la esmeralda) fueron creados simultáneamente de un punto virtual de origen en el “big ban”, cuya fuerza explosiva regó por todo el espacio infinito del universo, estas partículas y elementos básicos. Todos son gemelos, de un mismo origen y por lo tanto están ligados, en sintonía a través del tiempo y el espacio. Para mí, esa es la hipótesis que mejor explica la ley del karma. La consciencia humana, se creó en el mismo instante:¡hágase la luz! (Gen 1:3); “En el principio era el verbo (el locos-“pensamiento, concepto”), y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios” (Juan 1:1). En Individuación exploramos el efecto kármico de la consciencia humana integrada con la cósmica.
Efrén
