Toda iniciativa del carácter evoca una cascada de consecuencias, desde inmediatas hasta remotas, por lo tanto, hay que clarificar, con diálogo terapéutico las circunstancias envueltas:
· Considera las consecuencias previsibles al mayor plazo.
· Observa cada paso del proceso, y cuando haya duda,
· Pídele guía a tu intuición.
· Observa cada paso del proceso, y cuando haya duda,
· Pídele guía a tu intuición.
El peregrinaje de la individuación se compone de un “opus minor” (el proceso laboral de lunes a jueves) y de un “opus major” (el proceso sabático de viernes a domingo). Los siete días en la semana, cada uno avalado por su otos (o Otusa) tutelar, reproducen, fraccionalmente, los “siete ocas” de la creación, y constituyen, para el individuante en su peregrinaje operativo, el arquetipo motivador por excelencia. Notarán que el “opus minor” evoca el “opus major”, que a su vez evoca al “opus minor” subsiguiente, y así, en cadena, por la duración de nuestro viaje terrenal.
El opus minor (de lunes a jueves) es como un cuarteto de cuerdas en cuatro tiempos: el lunes (dar y recibir) “allegro scherzante”, el martes (karma) “ralentando”, el miércoles (el menor esfuerzo) “adagio tranquilo”, y el jueves (intención y deseo), “allegro con brío”.
Evocado por el proceso sabático del fin de semana, el lunes se desenvolvió en el gozo de dar y recibir pasando por la reunión de foco del Plan 2018 y culminando con la magnífica reunión de inducción que se llevó a cabo de 6:00 a 8:00 pm.
Hoy martes (“ralentando”) hacemos un cambio de velocidad y consideramos cuidadosamente nuestras intenciones y nuestras decisiones para que tengan las mejores repercusiones y al más largo plazo, las sincronicidades caen…como maná del cielo.