martes, 30 de junio de 2009

El Karma del Plan Diario

Ley del Karma- La acción y su reacción correspondiente. Para ejercer la iniciativa correcta, en sincronicidad con el ser superior, hay que practicar el diálogo, especialmente el componente de clarificación: ser testigo de toda decisión, estar consciente de sus consecuencias en el espacio/tiempo, y utilizar consistentemente el resultado de la intuición.

La Teoría Unificadora de la Personalidad (TUP), que he venido elaborando desde hace 50 años, está suficientemente validada por la experiencia clínica como para servir de guía confiable a toda persona que esté seriamente en el proceso de su desarrollo personal. La estructura básica de la teoría, resumida en la imagen de la mandala de la personalidad, nos ayuda a entender la interactuación de los cuatro componentes psíquicos de cada ser vivo que permiten su supervivencia y su evolución física, mental, social, ecológica y espiritual (la individuación).

Pertenecemos a la especie más avanzada que conocemos, Homo Sapiens Sapiens, nos caracteriza la Función Ejecutiva del Carácter, que utiliza la Energía del Temperamento y la Inspiración del Talento, para expresar en ideas, actitudes, decisiones y ejecutorias, lo mejor (o peor) de nuestro potencial, de acuerdo con el grado de individuación que hayamos adquirido al momento.

En una comunidad de ayuda mutua y esfuerzo propio, los miembros de la especie Homo Sapiens tenemos el potencial de evolucionar nuestra función ejecutiva (nuestro carácter en armonía con nuestro talento y nuestro temperamento) hacia la próxima etapa- la del Homo Sapiens Gnósticos. Como veremos mañana, ese cambio, llamado Metanoia, se logra de momento, siguiendo consistentemente, el plan diario, hacia la trascendencia.