Ley del Menor Esfuerzo, Mayor Eficacia y Máxima Eficiencia
En lograr nuestros objetivos de vida (Individuación): usando el diálogo terapéutico con nuestro círculo de influencia para lograr consenso de entendimiento para desarrollar la disciplina (industriosidad del carácter) para:
· Aceptar las cosas como son y no como a mi temperamento se le antoje.
· Tomar responsabilidad solo por aquello que esté a mi alcance, y
· Renunciar al debate en defensa de mi punto de vista con quien no lo entiende.
El miércoles, el tercer día laboral del individuante comprometido con su ser, lo dedicamos a revisar la disciplina del plan diario hacia alcanzar el potencial pleno de la individuación.
Primero, nos aseguramos que nuestro plan conlleve el menor esfuerzo posible, para así reducir las excusas de no seguirlo. En vez de hacer nuestros planes siguiendo un horario artificial, como cuando tomamos medicamentos recetados, tomamos nuestros nutrifármacos (litio quelatado, la batida te 120, y los demás suplementos acordados en consenso con el círculo de influencia) ligados al horario natural de al desayunar (a la hora que sea), con el almuerzo, con la cena y al acostarse. Al decidir nuestra micro nutrición, lo hacemos pensando en las actividades que planificamos para las siguientes 4-5 horas.
Segundo, nos aseguramos de la eficacia de nuestro plan evaluando cada periodo subsiguiente a la ingesta nutricional y validar el beneficio a corto plazo, con la ayuda de nuestro círculo.
Tercero, con la cooperación de nuestro círculo de influencia, constatamos empíricamente (“ver para creer”) los cambios a mediano y a largo plazo que definen la eficiencia de nuestra gestión.
¡Buen Provecho!
En lograr nuestros objetivos de vida (Individuación): usando el diálogo terapéutico con nuestro círculo de influencia para lograr consenso de entendimiento para desarrollar la disciplina (industriosidad del carácter) para:
· Aceptar las cosas como son y no como a mi temperamento se le antoje.
· Tomar responsabilidad solo por aquello que esté a mi alcance, y
· Renunciar al debate en defensa de mi punto de vista con quien no lo entiende.
El miércoles, el tercer día laboral del individuante comprometido con su ser, lo dedicamos a revisar la disciplina del plan diario hacia alcanzar el potencial pleno de la individuación.
Primero, nos aseguramos que nuestro plan conlleve el menor esfuerzo posible, para así reducir las excusas de no seguirlo. En vez de hacer nuestros planes siguiendo un horario artificial, como cuando tomamos medicamentos recetados, tomamos nuestros nutrifármacos (litio quelatado, la batida te 120, y los demás suplementos acordados en consenso con el círculo de influencia) ligados al horario natural de al desayunar (a la hora que sea), con el almuerzo, con la cena y al acostarse. Al decidir nuestra micro nutrición, lo hacemos pensando en las actividades que planificamos para las siguientes 4-5 horas.
Segundo, nos aseguramos de la eficacia de nuestro plan evaluando cada periodo subsiguiente a la ingesta nutricional y validar el beneficio a corto plazo, con la ayuda de nuestro círculo.
Tercero, con la cooperación de nuestro círculo de influencia, constatamos empíricamente (“ver para creer”) los cambios a mediano y a largo plazo que definen la eficiencia de nuestra gestión.
¡Buen Provecho!
